Vistiendo una casaca ploma con el escudo de su equipo, short azul y medias rojas, una hasta la rodilla y la otra hasta el tobillo, y calzando zapatillas del color de la casaca; el capitán de Alfonso Ugarte, Alex Magallanes Jaimes, ingresa a la cancha de grass sintético del estadio Enrique Torres Belón a realizar su entrenamiento rutinario.
El sencillo y cordial moreno de contextura delgada, Alex Magallanes, a sus 39 años, tiene 5 hijos que siguen sus pasos, una esposa amorosa y una extensa carrera en el fútbol profesional; ahora está jugando dos años para el club Alfonso Ugarte. Es el capitán y juega de volante.
“Este es mi segundo año en el equipo y es el primer año que siento tanto frío, pero igual me siento contento porque la gente me reconoce, es lo más importante”, comenta tiritando el capitán de la franja cruzada que aún no tiene pensado retirarse del fútbol; aunque cuenta que estudió para entrenador profesional y se titulará en Lima luego de acabar el campeonato de la Segunda División.
Para Magallanes, su esposa es la reina de la casa y la que pone la mano firme. Cuenta que a ella le gusta que sus hijos jueguen fútbol, “ella es la que pone la mano firme, es de carácter fuerte, porque me ha tocado vivir muchas veces en provincia y ella es la que hace el esfuerzo de estar con los 5 hijos, yo cuando llego a casa los engrío”, dijo orgulloso.
El volante limeño es el sexto hijo de 8 hermanos. Como todo niño, él adoraba jugar con la pelota; la escasa economía de su familia hizo que trabajara en una maderera, a veces su padre lo llevaba como ayudante de obrero en las construcciones y cargaban latas para llenar los techos; ese trabajo duro y agotador hizo que se decidiera a ser futbolista, porque tenía pasta para el fútbol.
“Mi papá me llevó a llenar techos, antes se llenaban los techos con latas, ahora hay máquinas; yo me di cuenta que eso no era para mí, era un trabajo bien exigente, así que me dediqué más a jugar y justo llegó la oportunidad de San Agustín y me dediqué al fútbol”.
En el barrio de San Miguel, cerca al Callao, Magallanes jugaba fútbol en los cursos vacacionales que el municipio realizaba para las zonas pobres. A sus 14 años es reclutado por el Deportivo San Agustín de la primera división y a los 18 años debutó jugando en la profesional por Sporting Cristal, luego lució su juego en diferentes equipos capitalinos y de provincias, y también jugó en Chile y Escocia.
El capitán de Alfonso Ugarte comprende la responsabilidad de ser futbolista profesional, “una vez que te metes a ser futbolista tienes que ser responsable, uno que trabaja en oficina puede irse a una fiesta y no hay problema, pero el jugador de fútbol juega con su cuerpo, el implemento de trabajo es el cuerpo, tienes que descansar bien, tomar vitaminas y cuidar tu físico”.
“Hoy en día el físico es más importante, antes no era tanto, jugar bien era lo importante; ahora el que tiene buen físico termina jugando siempre en todo equipo y se ha perdido la alegría de jugar, de hacer una huacha”, lamenta el cerebral volante de Alfonso Ugarte.
La profesional y la segunda división profesional, son parecidas para el capitán ugartino, “la gente de Puno quiere vértigo como la Copa Perú, además esperan que ganemos 5-0, pero se complica por el nivel de los equipos, luego ganas 1-0 y el público te critica, pero es parte del fútbol, lo importante es ganar”.
“La meta es ser campeón y que este equipo suba a primera división. El año pasado nos quedamos por un paso, hemos sido subcampeones en la copa, pero ahora el objetivo mío al igual que todos los compañeros es ser campeón y lo vamos a lograr”, afirma convencido, Alex Magallanes, el capitán de Ugarte.
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