“Sucedió cuando se ejecutó un tiro libre y había un jugador de Coopsol tirado y fue entonces cuando la banca de San Marcos se exaspera, se demora el juego. Ahí es cuando me informa mi asistente que un jugador contrario le había metido un codazo. El jugador era Robles, y cuando me acerco a sacarle la tarjeta roja me mete un cabezazo y me rompe el tabique nasal”, contó Rocca a radio Ovación.
El réferi no pudo seguir arbitrando y el partido fue suspendido cuando el marcador estaba 1-1. “No sé cuánto tiempo estaré sin arbitrar, esto perjudica mi carrera”, dijo, y agregó que el jugador le pidió disculpas.
“Lo más gracioso fue que cuando estaba en la comisaría, sangrando y quejándome de dolor, mi agresor me pidió disculpas, todo para que no lo consigne en mi informe, pero yo pondré todo”, declaró Rocca al diario “El Bocón”.
“NO FUE A PROPÓSITO”
El jugador reconoció que le tiró un cabezazo al juez, pero aseguró que no tuvo intención de agredirlo. “No sé por qué el árbitro vino y me sacó la roja. En caliente, le reclamé, me expulsó y ni siquiera era para amarilla. Reconozco que hubo un contacto de mi cara con su nariz, pero jamás fui con la intención de agredirlo”, dijo al mismo diario.
“Que me perdone el réferi por esta reacción, todo fue parte de mi calentura”, agregó Robles, quien pidió que no lo lapiden por este acto. “No soy un matón, admito que no reaccioné bien y le pido perdón al árbitro. Soy una persona correcta. No he cometido un delito y espero que me entiendan”.
Coopsol y San Marcos figuran en la octava y novena posición, respectivamente, de la tabla de la Segunda División, que lidera el Hijos de Acosvinchos.
















